viernes, 17 de septiembre de 2010

CONSTITUCION DE CADIZ

Juramento de las Cortes de Cádiz en la Iglesia Mayor Parroquial de San Fernando el 24 de septiembre de 1810. Expuesto como tal en el Congreso de los Diputados de Madrid.

La Constitución española de 1812, también denominada La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. La importancia histórica de la misma es grande, al tratarse de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, fue promulgada el día de San José, de donde vendría el sobrenombre de Pepa.


Oficialmente estuvo en vigencia dos años, desde su promulgación hasta el 19 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente estuvo vigente durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, el resto en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I, y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía el sufragio universal, la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes,[1] [2] la libertad de imprenta, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.

UNA APORTACION MAS DEL PLAN DE IGUALA

Otra aportación del Plan de Iguala fue la creación de la primera bandera nacional con los colores, verde, blanco y rojo.

ALGUNOS PUNTOS IMPORTANTES DEL PLAN DE IGUALA

POLITICOS

·         La nueva España es independiente de la antigua y de toda otra potencia.

·         Su gobierno seria monarquía moderada, con arreglo peculiar y adaptable del reino.


·         Se ofrecería el trono al emperador Fernando VII o algún otro príncipe de la familia reinante. Este artículo fue modificado mediante el tratado de Córdoba, dando oportunidad de elegir libremente a otra persona en caso de la no aceptación del monarca o sus familiares.


RELIGIOSOS

·         La religión en la nueva España fue declarada católica, apostólica y romana, sin tolerancia de alguna otra.

·         El clero secular y regular conservaría todos sus fueros y preeminencias.


SOCIALES

·         Todos los habitantes de la nueva España, sin distinción alguna, fueron declarados ciudadanos, con opción a todo empleo, según meritos y virtudes.

·         Las personas y sus propiedades serian respetadas y protegidas por el gobierno.

CONSUMACION DE LA INDEPENDENCIA

La entrada triunfal del ejército trigarante a la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, después de 11 años y 11 días de lucha constante, desde que Hidalgo inicio el movimiento libertariano, consumó la lucha libertariana de la nueva nación. Todos los mexicanos confiaban en que la separación de España traería progreso y felicidad.

Una vez consumada la independencia, fue planteada la necesidad de organizar un país económico y político. En el cual se formo una junta provisional Gubernativa integrada por 38 miembros, en su mayoría llamados por Iturbide que procedió a formar, esto fue para cumplir con los acuerdos del Tratado de Córdoba. La junta de gobierno redacto la Declaración de Independencia. Después de que entro el ejercito trigarante a la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, en medio de la euforia de sus habitantes, Iturbide creo las instituciones necesarias sobre las que habría de establecerse el Imperio Mexicano. Así también se nombro una Regerencia formada por cinco personas, dos de las cuales eran Iturbide y O´Donojú, que ejercían las funciones de gobierno mientras llegaba quien habría de gobernar el imperio, el cual mantuvo vigente la constitución de Cádiz.
Y también lo acordado en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, mientras se le dotaba de su propia constitución.
El Plan de Iguala propuesto por Agustín Iturbide fue aceptado por la mayoría de los jefes realistas e insurgentes fundamentalmente por conciliar a los dos bandos en pugna y reunirlos bajo un objetivo común: la independencia.